Una reflexión para el futuro y una parada en el camino para celebrar el día 14 de septiembre domingo, la fiesta de la exaltación de la Cruz, que nuestra cofradía desde la fundación de la misma señaló ese día para conmemorar y celebrar con actos religiosos y lúdicos, la fiesta del Cristo del Perdón en Vélez Rubio.
Vayamos al tema de la caseta en primer lugar. Ha empezado un nuevo curso de la Cofradía, la verdad es que empezó a primeros de agosto, con la puesta en marcha de las actividades que se iniciaron con la instalación de la carpa, sobre la recien estrenada solera de hormigón endurecido de color granate, se decidió echarla a última hora y con prisas, pero se aprobó en sesión de la junta directiva, legalmente constituída y con el quorum necesario, diez hermanos/as presentes, de diecinueve, habiéndose instalado en parte la red de saneamiento, para una instalación permanente de barra, servicios y cocina, quitamos polvo e incomodidad a nuestros visitantes y mejoramos la facilidad para dejar limpia la caseta después de cada día de feria, a pesar de que no se hayan hecho todas las instalaciones necesarias para evacuar el agua que caiga en la solera. Y sigo con el color granate del pavimento, uno de los colores que identifican a nuestra Cofradía, y culminaron las actividades al respecto con la desinstalación de la caseta y con el transporte a la Casa de la Cofradía, de todos los enseres que hemos utilizado en la carpa, para intentar una vez más, hacer agradable a los visitantes la estancia en nuestra caseta de feria, que espero que lo hayamos conseguido. Lo que no hemos conseguido, ni creo que nunca lo consigamos, y cada vez menos, como diría Pepe Sola, es organizarnos y dar una imagen de efciencia y profesionalidad, y no porque los que hemos estado sirviendo la caseta no pusiéramos empeño en ello, sino porque cada persona debe realizar lo que sabe, y es todo un reto ser camarero en una caseta de feria y sobre todo en horas puntas; nos salvaron algunos hermanos y simpatizantes que con su buen hacer, evitaron el naufragio seguro, y sobre todo el sábado, en el que había poca gente para trabajar y demasiadas mesas que servir, pero el barco no sólo no naufragó sino que llegó a buen puerto con las bodegas llenas, la caja tuvo un record de recaudación, la mayor recaudación de las últimas ocho ferias, y el final de actividad de esta feria arrojó un saldo muy positivo, con unos resultados que llegaron a un 60% superior al año pasado.
Pero hagamos un balance de la situación, para dejar a los próximos gestores de la Cofradía las ideas claras, para recorrer en el futuro un camino, donde la cordialidad y las buenas formas no se vean enturbiadas por una actividad, que se inició hace muchos años, para aumentar los ingresos de la Cofradía, y con ello mejorar la situación de esta, para afrontar inversiones, que hicieran que la Cofradía cumpliera con los objetivos marcados en sus estatutos.
Del presupuesto total de ingresos anuales de la Cofradía, el beneficio de la caseta representa el 5,8% en un escenario pesimista al 9,5% en un escenario muy optimista.
Se puede pasar sin caseta, y no pasa nada en cuanto al plan de inversiones anuales o plurianuales a realizar por la Cofradía.
Si nuestras fibras más sensibles nos dicen que no debemos abandonar la actividad por imagen y por servicio a la Cofradía y a los hermanos y simpatizantes de la misma, sigamos como gestores pero no como trabajadores, gestionemos la contratación de personal por cuenta ajena, camareros, hagamos una gestión adecuada de la estructura de precios de los proveedores, que por cierto ha sido muy adecuada, hagamos una campaña entre los hermanos, para que entre muchos hagan tapas caseras, y pongámosles también un precio adecuado, cuidando tanto la calidad del servicio, camareros profesionales, como la calidad de los productos a consumir.
Estoy convencido de que con esa forma de actuar, conseguiremos que vayan más hermanos a la caseta a consumir y mejoraremos las relaciones entre la Cofradía y el Pueblo, ello mejorará el resultado económico de la caseta, que no debe de preocuparnos demasiado, por el peso que tiene aquél en los ingresos de la Cofradía a través del curso cofradiero, que comienza el uno de agosto con la instalación de la caseta de feria, y finaliza con la terminación de la Semana Santa. Dicho esto, mi agradecimiento a todos los hermanos y hermanas y Pueblo en general y visitantes, que han hecho posible un año más, que nuestra caseta sea todo un exito, y muy especialmente a todas las personas que han servido en la caseta, creo que han hecho un trabajo ejemplar, con nota y hasta heróico digo yo, dando lo mejor de ellos mismos; mis disculpas, sí ha habido algún momento de malos modos o palabras incorrectas e inadecuadas, fruto de los nervios y seguro que por querer hacer las cosas perfectas, cosa casi imposible, con los medios y experiencia que tenemos, pero bueno creo que como decía un amigo mío, con tantas imperfecciones y cosas negativas, lo importante es el balance final, que ha sido muy positivo.
Pasando al segundo tema que selalamos al principio, el día 14 de septiembre domingo, se celebra el día del Cristo del Perdón para nuestra Cofradía, aprovecharemos ese día para invitar a unas tapas y a un asado en una terraza de verano, a la gente que nos ha acompañado, en el trabajo de la caseta de feria, os invito muy particularmente a participar en la celebración de la Euraristía a las doce del medio día del 14 de septiembre, domingo, vamos a la Misa, a la que yo sé que muchos no sois demasiado aficionados; espero hacer una gestión para que el coro de guitarras e instrumentos de percusión de la Cofradía del Perdón de Almería nos acompañen en aquella celebración, espero hacer esa gestión con el hermano mayor de la cofradía Alfredo Casas, que tantas cosas le gusta compartir entre la gente.
Antes hay que quedar unos cuantos, los que querais, para arreglar y ordenar un poco la Casa de la Cofradía, ya que está manga por hombro, después de llevarse cosas a la caseta y volverlas a traer, dejando todo en un perfecto desorden; a este respecto ya me han dado un toque de atención la vicehermana Mayor y la secretaria General, Concha y Maria Jesús respectivamente.
Hasta la próxima entrada en la página.
El H.M. Manuel Rapallo
Vayamos al tema de la caseta en primer lugar. Ha empezado un nuevo curso de la Cofradía, la verdad es que empezó a primeros de agosto, con la puesta en marcha de las actividades que se iniciaron con la instalación de la carpa, sobre la recien estrenada solera de hormigón endurecido de color granate, se decidió echarla a última hora y con prisas, pero se aprobó en sesión de la junta directiva, legalmente constituída y con el quorum necesario, diez hermanos/as presentes, de diecinueve, habiéndose instalado en parte la red de saneamiento, para una instalación permanente de barra, servicios y cocina, quitamos polvo e incomodidad a nuestros visitantes y mejoramos la facilidad para dejar limpia la caseta después de cada día de feria, a pesar de que no se hayan hecho todas las instalaciones necesarias para evacuar el agua que caiga en la solera. Y sigo con el color granate del pavimento, uno de los colores que identifican a nuestra Cofradía, y culminaron las actividades al respecto con la desinstalación de la caseta y con el transporte a la Casa de la Cofradía, de todos los enseres que hemos utilizado en la carpa, para intentar una vez más, hacer agradable a los visitantes la estancia en nuestra caseta de feria, que espero que lo hayamos conseguido. Lo que no hemos conseguido, ni creo que nunca lo consigamos, y cada vez menos, como diría Pepe Sola, es organizarnos y dar una imagen de efciencia y profesionalidad, y no porque los que hemos estado sirviendo la caseta no pusiéramos empeño en ello, sino porque cada persona debe realizar lo que sabe, y es todo un reto ser camarero en una caseta de feria y sobre todo en horas puntas; nos salvaron algunos hermanos y simpatizantes que con su buen hacer, evitaron el naufragio seguro, y sobre todo el sábado, en el que había poca gente para trabajar y demasiadas mesas que servir, pero el barco no sólo no naufragó sino que llegó a buen puerto con las bodegas llenas, la caja tuvo un record de recaudación, la mayor recaudación de las últimas ocho ferias, y el final de actividad de esta feria arrojó un saldo muy positivo, con unos resultados que llegaron a un 60% superior al año pasado.
Pero hagamos un balance de la situación, para dejar a los próximos gestores de la Cofradía las ideas claras, para recorrer en el futuro un camino, donde la cordialidad y las buenas formas no se vean enturbiadas por una actividad, que se inició hace muchos años, para aumentar los ingresos de la Cofradía, y con ello mejorar la situación de esta, para afrontar inversiones, que hicieran que la Cofradía cumpliera con los objetivos marcados en sus estatutos.
Del presupuesto total de ingresos anuales de la Cofradía, el beneficio de la caseta representa el 5,8% en un escenario pesimista al 9,5% en un escenario muy optimista.
Se puede pasar sin caseta, y no pasa nada en cuanto al plan de inversiones anuales o plurianuales a realizar por la Cofradía.
Si nuestras fibras más sensibles nos dicen que no debemos abandonar la actividad por imagen y por servicio a la Cofradía y a los hermanos y simpatizantes de la misma, sigamos como gestores pero no como trabajadores, gestionemos la contratación de personal por cuenta ajena, camareros, hagamos una gestión adecuada de la estructura de precios de los proveedores, que por cierto ha sido muy adecuada, hagamos una campaña entre los hermanos, para que entre muchos hagan tapas caseras, y pongámosles también un precio adecuado, cuidando tanto la calidad del servicio, camareros profesionales, como la calidad de los productos a consumir.
Estoy convencido de que con esa forma de actuar, conseguiremos que vayan más hermanos a la caseta a consumir y mejoraremos las relaciones entre la Cofradía y el Pueblo, ello mejorará el resultado económico de la caseta, que no debe de preocuparnos demasiado, por el peso que tiene aquél en los ingresos de la Cofradía a través del curso cofradiero, que comienza el uno de agosto con la instalación de la caseta de feria, y finaliza con la terminación de la Semana Santa. Dicho esto, mi agradecimiento a todos los hermanos y hermanas y Pueblo en general y visitantes, que han hecho posible un año más, que nuestra caseta sea todo un exito, y muy especialmente a todas las personas que han servido en la caseta, creo que han hecho un trabajo ejemplar, con nota y hasta heróico digo yo, dando lo mejor de ellos mismos; mis disculpas, sí ha habido algún momento de malos modos o palabras incorrectas e inadecuadas, fruto de los nervios y seguro que por querer hacer las cosas perfectas, cosa casi imposible, con los medios y experiencia que tenemos, pero bueno creo que como decía un amigo mío, con tantas imperfecciones y cosas negativas, lo importante es el balance final, que ha sido muy positivo.
Pasando al segundo tema que selalamos al principio, el día 14 de septiembre domingo, se celebra el día del Cristo del Perdón para nuestra Cofradía, aprovecharemos ese día para invitar a unas tapas y a un asado en una terraza de verano, a la gente que nos ha acompañado, en el trabajo de la caseta de feria, os invito muy particularmente a participar en la celebración de la Euraristía a las doce del medio día del 14 de septiembre, domingo, vamos a la Misa, a la que yo sé que muchos no sois demasiado aficionados; espero hacer una gestión para que el coro de guitarras e instrumentos de percusión de la Cofradía del Perdón de Almería nos acompañen en aquella celebración, espero hacer esa gestión con el hermano mayor de la cofradía Alfredo Casas, que tantas cosas le gusta compartir entre la gente.
Antes hay que quedar unos cuantos, los que querais, para arreglar y ordenar un poco la Casa de la Cofradía, ya que está manga por hombro, después de llevarse cosas a la caseta y volverlas a traer, dejando todo en un perfecto desorden; a este respecto ya me han dado un toque de atención la vicehermana Mayor y la secretaria General, Concha y Maria Jesús respectivamente.
Hasta la próxima entrada en la página.
El H.M. Manuel Rapallo
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